DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL ALZHEIMER

En el marco del día mundial del Alzheimer, el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires recuerda que cuenta con un Programa Provincial contra la Enfermedad de Alzheimer y otros Trastornos Cognitivos -PEATC-: un plan que, entre otras cosas, cubre la entrega gratuita de los psicofármacos necesarios para los pacientes y realiza capacitaciones a profesionales de la salud y familiares de la persona que sufre la enfermedad.
“El mal de Alzheimer es la principal causa de demencia entre los adultos mayores”, recordó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, y destacó que el sistema de salud público de la Provincia cuenta con 50 servicios de neurología y 42 servicios de salud mental para atender a los pacientes que sufren la enfermedad. Según los datos del INDEC, en la provincia de Buenos Aires hay 1.700.000 personas mayores de 65 años y alrededor de 127.000 afectados por esta enfermedad.
En tanto, el Alzheimer afecta a un 20 por ciento de los mayores de 80 años, cifra que en territorio bonaerense equivale a unas 80 mil personas, mientras que se estima que la padecen la mitad de los adultos mayores que superan los 85 años.
El director provincial de Salud Mental, Aníbal Areco, explicó que el Programa contra la Enfermedad de Alzheimer funciona hace dos años en la Provincia y consiste fundamentalmente en tres ejes de acción: la prevención y detección temprana de esta enfermedad; garantizar el acceso a la cobertura asistencial para los ciudadanos afectados y la provisión continua de medicamentos; y el apoyo terapéutico al paciente y su familia.
El Alzheimer no tiene cura y se estima que el 60 por ciento de todas las demencias tienen su origen en esta enfermedad, un mal caracterizado por el olvido progresivo que detectado en forma temprana puede tratarse y enlentecer el deterioro cognitivo de los afectados.
“El diagnóstico temprano permite retrasar las etapas más avanzadas del mal, hecho que proporciona no sólo una mejor calidad de vida a los pacientes sino también a sus familiares y cuidadores”, explicó la neuróloga Diana Cristalli, médica del servicio de neurología del hospital provincial San Roque de Gonnet.
Para saber en qué momento es necesario realizar una consulta oportuna con el especialista, resulta clave conocer los primeros signos de la enfermedad que, en la mayor parte de los casos, se detecta entre los 55 y los 64 años. La primera señal son los olvidos de hechos recientes, la desorientación en lugares ya conocidos, desorientación en el tiempo, dificultad para encontrar la palabra justa, irritabilidad y, ya en etapas más avanzadas de la enfermedad, el desconocimiento de personas conocidas y queridas.
El 21 de septiembre se conmemora el “Día mundial del Alzheimer”, fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer para difundir información sobre esta enfermedad y solicitar el apoyo de la población en general, instituciones y de organismos oficiales.

LAS TRES ETAPAS DE LA ENFERMEDAD:
-Primera:
Por tratarse de una enfermedad gradual, es difícil precisar el momento exacto de su comienzo. Puede presentar:
• Olvido progresivo.
• Confusión con respecto a instrucciones, decisiones y manejo del dinero.
• Pérdida de espontaneidad e iniciativa.
• Acciones y manifestaciones repetitivas.
• Cambios de personalidad o de humor.
• Alguna desorientación en cuanto a tiempo y espacio.
• Dificultades en el lenguaje.

-Segunda:
A medida que la enfermedad avanza los problemas se van haciendo más evidentes y sus actividades más restrictivas.
• Dificultad en reconocer amigos cercanos y familiares.
• No puede retener experiencias nuevas.
• Deambular. (Idas y venidas sin ninguna finalidad).
• Inquietud.
• Espasmos o contoneos musculares ocasionales.
• Dificultad en organizar sus pensamientos.
• Puede estar irritable, nervioso.
• Se vuelve descuidado o confuso con respecto a la vestimenta e higiene personal.
• Es incapaz de vivir solo sin problemas.
• No puede cocinar, limpiar o salir solo de compras.
• Puede perderse, aún en su propia casa.
• Puede ver u oír cosas que no existen.
• Mayor necesidad de estimulación.
• Puede aparecer incontinencia.

-Tercera:
En esta etapa, el paciente está en total dependencia de su cuidador. Los problemas de memoria son muy serios y se hace más notable su deterioro físico.
• Pérdida de peso, a pesar de una dieta adecuada.
• No puede realizar ninguna actividad de cuidados diarios solo.
• Se comunica muy poco o nada.
• Pierde la habilidad de caminar o sentarse.
• Duerme más.
• Pueden aparecer dificultades para tragar (alimentos y líquidos).
• Propenso a infecciones, especialmente respiratorias.